Es un estilo pasivo en el que las posturas se mantienen de manera relajada de 3 a 5 minutos.
Calma el sistema nervioso central, estimula el flujo de la energía vital y te enseña a relajarte a un nivel profundo.
Yin Yoga se enfoca en estirar y con ello rejuvenecer los tejidos conectivos, que tienen como función, entre otras, reparar lesiones y protegernos ante infecciones. También trabaja sobre los ligamentos, tendones, articulaciones, el líquido sinovial y los canales de energía o meridianos, en los que se basa la medicina China.